OK. Lo admito. El ratón Pérez de mi casa es muy distraído. Pero también, pobre…
Viene desde muy lejos. Y luego a estos niños míos se les ocurre perder dientes de a montón. Sí, no crean que uno de vez en cuando. No. Mateo, por ejemplo, perdió cinco en dos semanas. ¿Cómo quieren que el pobre ratón se dé abasto? Apenas se va cuando ya tiene que regresar. Pues claro, a veces no le da tiempo. Lógico.
Luego otras veces mis hijos se tragan los dientes. Sí, como lo oyen. Supongo que a alguno de ustedes les habrá pasado. Solo que para recibir su dinerito, mis niños tienen su técnica. Mantienen correspondencia con el ratón. Le explican la situación, se disculpan y aprovechan para hacerle preguntas; de todo tipo: ¿De dónde eres? ¿Cómo te llamas? ¿Eres niña o niño? Preguntas a las cuales el ratón trata de responder con detalle. ¡Pero bueno! ¡Sí se imaginan al ratoncito, con el tamañito que tiene, contestando preguntas de niños curiosos, con su letra minúscula! Todo eso toma tiempo, y ya me imagino que a veces se cansa. Y por eso no viene.
O será que de se queda dormido… quién sabe.
En cualquier caso, aquí les dejo como tentempié (en lo que acabo el otro relato que voy a publicar esta semana) una pequeña poesía que escribí para él, de parte de mis hijos, claro está:
¿En dónde estás, Ratón Pérez?
Ratón, mi ratón Pérez, mi diente te esperó toda la noche y no llegaste.
Rápido eres, ¿por qué tardaste?
Relajado me acosté, pensando que, por la mañana, mi diente ya no estaría y una sorpresa me esperaría.
Resulta que me olvidaste.
Recomenzaré esta noche; un pedazo de queso te dejaré y algo me dice que ahora sí vendrás y mi diente te llevarás.
Eso es todo. Hasta la próxima. ¡Disfruten!
Terrible ese ratón, despistado y olvidadizo.
Así era el ratón de mis hijos, familia tenía que ser jejejeje!!!
saludos
El ratón Pérez es todo un personaje familiar; todos nos ilusionamos siendo los «clientes» de este símpático roedor..
Besos Tu Tia
Lo bueno para el Ratón Pérez es que los dientes que se caen son finitos. Ya acabará su trabajo en ésa casa e irá a otra-jaja! Besos, Lo.
Aquí también despistado ese ratón…. una semana tardo en llegar hasta la almohada de Esteban el mes pasado. Ese ratón no puede estar en todo por dios.
¡Exacto! Besitos amiga!!!