La guitarra y la escopeta entran al ruedo. El público estalla en una lluvia de aplausos. El duelo está a punto de empezar.
El silencio es total. La guitarra se avanza de unos centímetros. Es su turno.
La Guitarra: Yo soy de madera muy fina.
¡Ovación de los aficionados!
La Escopeta: Yo también soy de madera, y más fina.
El presentador: Increíble…¡empate!
La guitarra afina sus cuerdas, algo está preparando…
La Guitarra: Yo soy más bonita, mi forma de ocho es espectacular.
El Presentador: ¡Imposible de mejorar!
Los aficionados esperan con ansia la intervención de la escopeta.
La Escopeta: ¿Espectacular? ¡Eres gorda, y petacona! Yo en cambio, soy delgada y bien formada.
El público está dividido. Se escuchan gritos al unísono ¡La guitarra, la guitarra!, ¡la escopeta, la escopeta!
La Guitarra: Gracias a mi, la gente es feliz.
La Escopeta: ¿La gente es feliz? ¿Con tu ruido? Yo le doy de comer a esa gente. Conmigo pueden cazar los animales que sirven para su comida, ¡eso sí que los hace felices!
La Guitarra: ¿Ruido? Se llama música, querida, y es hermosa. Mis cuerdas pueden fabricar los sonidos más bonitos.
La Escopeta: ¡Ja!, no hay sonido más bonito que el mío. Además de bonito, con él protegí a las mujeres y niños en la Revolución Mexicana, ¡eso sí es un trabajo digno! Escuchen mis cañones.
La escopeta empieza a tirar proyectiles. El ruido es brutal. La plaza se estremece, se oyen los gritos de sorpresa de la gente.
La guitarra: ¿Trabajo digno? Yo les di ánimos, gracias a mí esas mujeres y niños tuvieron esperanzas, pudieron pensar en otra cosa que en la muerte y la guerra. Si no me creen, escuchen esto. Mi dueño, el sargento, siempre le cantaba a su enamorada. Por las noches dejaba su escopeta de lado para declararle su amor.
La guitarra está lista, el público siente la vibración de las cuerdas. Un sonido maravilloso empieza a escucharse, ¡qué música, qué voz!:
¡En lo alto de una abrupta cerranía
acampado se encontraba un regimiento
y una moza que valiente lo seguía
locamente enamorada del sargento.
Popular entre la tropa era Adelita
y la mujer que el sargento idolatraba
porque a más de ser valiente era bonita
y hasta el mismo coronel la respetaba.
Y se oía que decía aquel que tanto la quería…
Y si Adelita fuera mi novia,
y si Adelita fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.
Y si Adelita se fuera con otro,
la seguiría por tierra y por mar
si por mar en un buque de guerra
y si por tierra en un tren militar!
¡El público explota en una ovación, está enloquecido! Tanto es el entusiasmo general que nadie repara en lo que pasa en el ruedo.
La escopeta está llorando. Ríos de lágrimas resbalan por su cuerpo de madera.
Se acerca a la guitarra y le dice, tan bajito que solo ella puede oírla:
-Adelita era mi dueña.
La guitarra y la escopeta se funden en un abrazo. Son solo una. No hay ganador.
Arriba México, mi México lindo y querido. Qué maravillosa y reflexiva historia!
Hola Lorena…recién conocí tu tierra y me encantó!! Pero ahora que leo tus relatos me transporto y me contagias de tus sensaciones y sentimientos maravillosos!!!. Felicitaciones y gracias. Un abrazo desde Colombia.
Gracias por leerme Claudia!!! Si supe que estuvieron en México, qué rico!!! Abrazos desde Lyon!!!
Mi Lore queridisima, cada relato me llena mas de emoción, este sin duda expresa tu cariño que sientes por tu México, sigue adelante, te quiero mucho. Mamá.
Lore querida leí todo lo nuevo sigo encantada. Estoy ilusionada con tantos recuerdos y nostalgia a la vez. Tu tía Celia
Lo, este me gustó muchisimo pues demuestra tu amor por México una vez más, es muy creativo, el duelo de los instrumentos con un final feliz, me gustó mucho como quedó tu blog, has trabajado mucho en esto, sigue adelante…te quiero mucho, mamá.
Muy bonito Lorena. Bravo!
¡¡¡Gracias por leerme Vero!!! Besos!!!!
Muy bonito, Lorena. Me encantó. Y que sigan las lindas historias mexicanas
Gracias Cari, ya vienen más historias mexicanas, comparto un poco de todo…Muchos besos!!!!
Que bueno que fue un final feliz:)
Muy lindo, Lo. Hasta cantaba la canción mientras leía. Je je!
Me encantan tus relatos, no lo dejes de hacer que ya los espero con ansia….un beso desde «allá» 😘