Un domingo

Siguiendo con los recuerdos de mis abuelas, y aprovechando que hoy es domingo, aquí les dejo un relato que aunque corto, no deja de tener un gran significado, y de guardar, muchas, muchísimas historias…

Un domingo

mapamuseocarrillogil

Las doce y media. Mi mamá me da dinero. Tomo mi bolsa, mis llaves y salgo de casa. Me subo a mi coche; lo arranco. Salgo del estacionamiento y me dirijo al periférico sur de la Ciudad de México. Abro la ventanilla, saco un cigarro y lo prendo. Pongo música en la radio. Después de más o menos veinte minutos salgo del periférico en Barranca del Muerto. Doy vuelta a la izquierda en avenida Revolución y un poco más adelante me paro. Bajo del coche y compro dos pollos rostizados, una bolsa de papas y una de chiles jalapeños. Me subo al coche y continúo mi camino. Cinco minutos más tarde llego frente al edificio. Me estaciono, me bajo y toco el timbre.

-Abuelita, soy yo. ¿Subo o bajas?

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5 comentarios en “Un domingo”

  1. Relato con tinte sentimental, son aquellos que llegan rápido al alma, al fondo magnético de un lector.Pequeño, pero de grande impacto!

  2. LO, me hiciste recordar nuestros domingos en casa, espero estés recibiendo mis comentarios, sigue adelante, tu blog quedó muy bonito, y los relatos diferentes, muy creativos y llenos de buen humor, gracias hija, Me sigues sacando lagrimitas.

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